Hoy se inicia en Lima el octavo Foro Iberoamericano de Regulación 2015, la cumbre del agua potable en Las Américas, y como presidente de la Superintendencia Nacional de Servicio y Saneamiento (Sunass) es responsable de su organización.

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Abogado de formación es servidor público de carrera y contribuye cada día a crear una cultura que valore el agua.

El agua forma parte de su memoria personal y familiar. Nació en Huacho, frente al mar, y desde niño buscó la cadencia de sus olas y la playa para disfrutar con libertad sus juegos. Hoy, Fernando Momiy Hada, le rinde un homenaje a aquellos recuerdos, y dedica sus mejores oficios como profesional y persona a la preservación de uno de los elementos más vitales para el ser humano: el agua.

Es presidente de la Superintendencia Nacional de Servicio y Saneamiento (Sunass), entidad del Estado que regula el consumo del agua potable. Desde esa función toma decisiones diarias respecto a la marcha de la institución, pero sobre todo a las relacionadas con la prestación del servicio de agua y alcantarillado.

“Nuestra institución es una especie de árbitro que se encuentra al centro de muchos intereses: los del Estado, empresas y usuarios. Decide siempre sobre lo que es más equilibrado para las partes. Establece los precios de las tarifas de agua, alcantarillado y aguas residuales para evitar que las empresas prestadoras solo piensen en sus rentas.”

No es sencillo, dice, porque el mayor desafío que tiene la Sunass es sustentar técnicamente las decisiones que debe tomar. Para eso cuenta con un equipo profesional sólido pues para regular no es posible la negociación ni la conciliación, explica, la argumentación es estrictamente técnica.

Carrera pública

Amante de la música de los Beatles, este abogado, máster en Administración de Empresas, trabaja en el Estado desde 1993, y encontró en la posibilidad de ayudar a la gente una especie de inspiración perpetua para no dejar que nada quiebre su vocación de servicio.“Regular el servicio de agua potable afecta directamente la vida de las personas. Tomar la decisión sobre un incremento tarifario es crucial, sobre todo si no tienen agua, pues tiene que ver con la dignidad de la gente, si tiene agua o no, si tiene alcantarillado o no. Eso es lo que hace mi trabajo importante”, afirma.

Ingresó en la Sunass en 2002 y seis años después lo invitaron al Ministerio de Transporte para formar parte de la dirección de Regulación y Promoción Aeronáutica. Regresó en 2012 para asumir la presidencia de la institución desde donde impulsa iniciativas integradoras.

Visión de futuro

Una de ellas es compartir la visión de que las empresas prestadoras y los usuarios son parte de la protección del recurso hídrico, y por tanto del cuidado de las fuentes de agua como las cuencas. Momiy Hada ha logrado que siete empresas, de las 50 prestadoras que hay en el país, usen el mecanismo Retribución por servicios ecosistémicos para restaurar canales ancestrales que en el pasado conservaban el agua para usarla después.

“Es necesario acabar con la corrupción en el Estado y valorar al trabajador público. A quienes hacemos las cosas bien nos afecta que se generalice que todos somos corruptos. Tenemos muchas cosas que hacer por nuestro país”.

Escribe: Susana Mendoza

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