Un nuevo perfil del funcionario y empleado públicos se está gestando en el Estado: aquel que destaca por su eficiencia y debe evitar o prevenir todo acto de corrupción.
Si bien el servidor estatal tiene que atender necesidades particulares del ciudadano de acuerdo con cada región del país, las dos características antes señaladas son los estándares que deben guiar su desempeño en estos tiempos.
«La profesionalización, la meritocracia, el actuar y realizar las cosas en función de un resultado a obtener, además de decirle, principalmente, no a la corrupción, deben ser las características comunes en la función pública. En eso estamos trabajando», asevera el presidente ejecutivo de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir), Juan Carlos Cortés Carcelén.
Pero considera también importante no perder de vista que todo el Perú no es igual, cuando se toca el tema de cuál debe ser el desempeño y trabajo del servidor público, pues «la lógica que puede existir en ciertos lugares es totalmente diferente a la de otros sitios. Lo que tenemos que atender es justamente esas particularidades que presentan los ciudadanos en las diversas zonas del país».
«No es lo mismo atender las necesidades de los ciudadanos en alguna ciudad costeña que los de un poblado de la Selva. Son cosas distintas y como funcionarios es necesario ver justamente esas diferenciaciones», expresa Cortés Carcelén al reflexionar sobre el Día del Servidor Público, que se celebra hoy en todo el territorio nacional.
Por su parte, Emma Barrios Ipenza, directora de la Escuela de Postgrado de la Universidad Continental, manifiesta que el perfil del empleado estatal tiene que trabajarse de acuerdo con el cargo y niveles de responsabilidad que le competen dentro de la administración pública.
«No es lo mismo (la función de) un ministro, que un director, un alcalde o un especialista en contrataciones. Son perfiles muy distintos, pero lo que sí debe existir es un común denominador: la vocación por trabajar en el sector público», sostiene.
Se requiere, además, de ciertas particularidades, sobre todo, de un interés por el tema público, el servicio al ciudadano y habilidades de tolerancia, que son más importantes que en otras ocupaciones fuera del Estado, agrega.
Barrios Ipenza expresa la necesidad de que el empleado estatal tenga bien en claro a qué institución está sirviendo, cuáles son sus finalidades, la misión que le toca y qué atención brinda esa entidad al ciudadano, para así enfocar su dedicación en el trabajo y los resultados a obtener.
«El empleado público no sirve a un régimen, sino al Estado, fundamentalmente. Las cosas que haga tienen que trascender a los gobiernos, a los partidos y a las personas. Tenemos que trabajar para políticas de Estado», enfatiza.
Conocimientos
Al ser preguntado sobre la conveniencia de una preparación previa antes de ingresar a laborar en la administración pública, Cortés Carcelén manifiesta que ese es uno de los objetivos hacia donde apunta la futura Escuela Nacional de Servicio Civil.
«A los puestos de directivos y servidores públicos tienen que entrar las personas más capaces con una misión de mejorar las cosas. Es cierto que hay un tema de capacitación y capacidades, pero también de esa orientación a querer solucionar los problemas del país y del ciudadano, concretamente», declara.
Por su parte, Barrios Ipenza asevera que ningún país desarrollado funciona con una administración pública improvisada. Es muy importante una formación específica para laborar en el Estado, enfatiza. Luego manifesta que, por ejemplo, nadie debería entrar en el área de presupuesto sin poseer una formación previa en este campo.
«Ninguna administración privada se parece a la pública, que posee sus propias normas y procedimientos que la regulan y determinan qué es lo que puede o no hacer», sostiene.
Para la directora de la Escuela de Postgrado de la Universidad Continental, las dificultades que afrontamos en el objetivo de lograr mejores resultados y mayor eficiencia en el Estado se originan en que su personal no ha sido formado previamente y que existe la costumbre y el hábito de aprender en la práctica.
«El funcionario aprende en la práctica, pero esto toma mucho más tiempo que si se forma o toma un curso, estudia un diplomado o una maestría que le abrevia o selecciona todo lo que tiene que saber para involucrarse de una manera más directa, clara y con mayores competencias y habilidades para la labor que ejercerá», asevera.
Desempeño
Cortés Carcelén rechaza cualquier tipo de generalización sobre el desempeño actual de los servidores del Estado en los tres niveles de gobierno: nacional, regional y municipal. «Hay regiones y comunas que están haciendo las cosas muy bien, así como entidades nacionales. No podemos decir que estos están bien o estos están mal», declara.
«Existen instituciones, por ejemplo, en las que los documentos que pide el ciudadano se entregan en un solo día, y la idea es que estos estándares de algunas municipalidades, gobiernos regionales y entidades nacionales se apliquen en todo el país», finaliza.
Reconocimiento a su labor
En reconocimiento a su labor al servicio del Estado, la ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Ana Jara Velásquez, distinguió a siete trabajadores del sector con más de 25 años de trayectoria, como parte del Día del Servidor Público.
«Quiero agradecerles la entrega a todos ustedes a un trabajo tan importante como es el servicio público, comprometiéndose en las metas institucionales que se logran gracias a su valioso aporte que nos permite ser un ministerio diligente al servicio de las poblaciones que más nos necesitan», declara.
Jara señala que los empleados estatales «somos depositarios de muy altas expectativas por parte de la ciudadanía, debiendo asumir el compromiso de nuestra permanente mejora: servidores públicos más atentos, capacitados y comprometidos con la gente a la que debemos de servir; y todo ello lo veo reflejado en ustedes, en su entrega y profesionalismo, así como su trabajo noble y esforzado».
Los trabajadores que recibieron el reconocimiento fueron: Rosario del Carmen Acosta Picón, de la Secretaría General; Maxi Chuñoja Simón, Roberto Escobedo Portugal y Manuel Yataco Munayco de la Oficina General de Administración; Ana Domínguez del Águila, de la Dirección General de Políticas de Desarrollo Social; Consuelo Marcos Ruiz y Rosa Navarrete Correa de la Oficina General de Recursos Humanos.
(El Peruano)
