Aunque elegir una buena vestimenta es fundamental para causar una buena impresión en nuestro entorno laboral, las maneras en cómo tratamos a los jefes y compañeros puede sumar o restar en el objetivo de tener una buena imagen.

“No se trata de que todo el mundo tenga que usar un terno o vestido, sino que encuentres los elementos que mejor representan quién eres y que van de acuerdo con tu fisiología o forma de cuerpo y cara. Que todos juntos creen armonía y balance”, sostuvo Rocío Ames, consultora con más de 20 años de experiencia en marca e imagen personal.
La experta descartó que se requiera una enorme inversión para lograr el guardarropa ideal. Planteó compras inteligentes de prendas que permitan muchas combinaciones, además de buscar marcar un estilo propio.
A continuación, la experta, quien es también docente de ESAN, nos ofrece las claves para lograr una buena imagen, sin perder la esencia de uno mismo.
1.- Códigos de vestimenta. Recomendó tener claro a qué tipo de institución pertenecemos, porque hay empresas muy tradicionales que sí tienen códigos de vestimenta, que hay que conocer y respetar.
“Es cierto que en algunas existe el denominado viernes casual, pero eso no significa romper con la cultura de la organización. Para nosotros es un día casual, pero probablemente no para quienes visiten la empresa donde trabajamos”.
2.- Conocer la forma de tu cuerpo. Hay que elegir prendas que vayan mejor con tu fisiología o forma de cuerpo y cara. No necesariamente lo que le queda a otra persona tendrá el mismo efecto en ti. No usar ropa demasiado apretada.
Las personas de tallas generosas o de estatura pequeña pueden lograr una excelente imagen con la elección correcta de vestuario. “Hoy en día se encuentran en el mercado muchas prendas para tallas Plus size. Si eres una persona por debajo del metro 60 o 50 se recomienda no usar sacos demasiado largos y elegir líneas verticales, pues alargan la figura.
3.- Determinar tu estilo. Este puede ser casual, tradicional, conservador, creativo. “Cuando hablamos de creativo son personas que les gusta usar cosas muy dramáticas: collares muy grandes, diseños llamativos, los cuales puedes llegar a asociar con esa persona, porque son su estilo”.
4.- Colores y accesorios.  No se trata de usar solo colores oscuros, pero sí tener en cuenta que algunos están asociados a conceptos como la confiabilidad, entre otros.  Averigua cuáles te son más favorables.
Podría decirse que casi ningún color está prohibido si es bien llevado y combinado, con armonía y balance. Las mujeres pueden marcar la diferencia con el uso de accesorios como pañuelos o collares, siempre en sintonía con lo que quieres expresar.
 
5.- El cabello. “El cabello es el marco de la cara y es probablemente lo primero que vemos en una persona, Cualquiera de las decisiones que tomes acerca del estilo que quieras adoptar, tienes que saber que es permanente y que tiene que haber un cuidado. Si lo vas a teñir, es fundamental saber qué tonos priman en ti. Eso va de acuerdo con el estilo a tener. Si es casual, unos rulos bien manejados posiblemente no incomoden.”
6.- Camisa y corbatas. Para la experta, estos son los dos elementos importantes en la vestimenta de los caballeros y con los que se puede ir jugando. Ahora hay muchas tonalidades de camisa ideales para cada tono de piel.
“En el caso de la corbata, no olvidar que los colores tienen un significado y están asociados a muchos valores, por ejemplo, la seguridad, credibilidad. Las personas tienen que identificar qué colores le van mejor”.
 
7.- Aspectos innegociables. Cualquiera sea su estilo este debe ser impecable, actualizado, ordenado y limpio.
En el caso de las mujeres, la falda siempre debe estar por debajo de la rodilla y evitar las lycras. En el mundo corporativo está permitido hasta el taco 9, el número 12 o conocido como stiletto es para fiestas o compromisos sociales.
“Siempre hay que tener presente el mensaje que estamos trasmitiendo”.
 
8.- Los 4 fantásticos. “Elige cuatro prendas que, en un momento de emergencia, te dicen tienes 10 minutos para salir, tengas la certeza de que con eso te sentirás cómodo”. No olvidar elementos que puedan combinar con estas piezas para generar más tenidas.
Ames sugirió sacar de tu closet las cosas que no te has puesto por un año, es posible que no lo uses nunca. Se debe cuidar que la ropa para el trabajo no sea muy distinta a la del fin de semana, debería existir una continuación de una a otra.
9.- Que no distraiga. El atuendo que uno lleva no debe distraer del mensaje se quieres dar.
“La idea es que la gente no se fije en lo que llevas puesto, sino todo lo contrario, que lo que llevas complemente toda tu presencia. El vestuario debe ser un aliado nunca un enemigo. Identificar las prendas que mejor impresión causaron”.

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