Javier Saavedra Castillo es médico psiquiatra del Instituto Nacional Honorio Delgado-Hideyo Noguchi. Ganó recientemente el premio Hipólito Unanue como autor principal del Estudio epidemiológico de salud mental en Lima Metropolitana y Callao (2012), una investigación que también muestra la satisfacción y confianza que sienten los limeños y las limeñas por su ciudad.

Foto: Andina
Foto: Andina

Es un estratega para enfrentar el problema de la salud mental en el país. Sus enemigos son la depresión, la ansiedad, las adicciones; por eso dedica su vida a investigarlas. Quiere conocer cómo asechan en los campos de las emociones humanas y qué armas puede usar para neutralizarlas.

Javier Esteban Saavedra Castillo es hijo de un médico psiquiatra que le enseñó que las personas con desórdenes mentales son seres humanos amantes del juego y del cariño como cualquiera, y deseosos de vivir en armonía familiar para ser felices y no sentirse amenazados por la vida.

Acaba de ganar el premio Hipólito Unanue en la categoría de trabajos de investigación en ciencias de la salud 2014, en el área de medicina.

Su Estudio epidemiológico de salud mental en Lima Metropolitana y Callao (2012) tiene la peculiaridad –cuenta– de utilizar cuatro unidades de análisis: adulto, adolescente, adulto mayor (más de 60 años) y jefa del hogar o esposa que tiene a cargo la familia.

“El estudio tiene un enfoque de familia. Cubre varios aspectos de la salud mental. No solo buscamos lo tradicional: los trastornos mentales. Destacamos, sobre todo, la salud mental positiva como la confianza y satisfacción que sienten hoy las personas en su trabajo o en su familia, tanto por las mejoras económicas como por la valoración de la identidad peruana. Ahora la gente se siente contenta de ser peruana”, resalta.

Bienestar

Poco se habla de la felicidad y del bienestar que sienten las personas, indica. “Nos olvidamos de que lo principal de la existencia humana es la búsqueda del bien personal, familiar y social”, asegura.

Y si las personas reconocen aspectos positivos es porque algo se está haciendo bien, agrega.

Sobre su escritorio hay dos motocicletas y un carro de carrera de adorno. –¿Le gusta manejar moto?, pregunto. –El motocross me apasiona, expresa este destacado profesional que descarga su adrenalina mediante esta práctica deportiva, aunque hace algunos años –apunta– dejó los arenales del sur de Lima por las exigencias del trabajo. “Los extraño”, dice.

Compromiso

Es director de Investigación del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM) y académico asociado en la Academia Nacional de Medicina del Perú.

Continúa en el instituto porque fue el escenario ideal para desarrollar sus investigaciones, hizo público lo oculto, por eso impulsó la Unidad de Evaluación y Diagnóstico durante varios años. Allí empezó a estudiar los casos que llegaban al Honorio Delgado.

A sus 54 años, confiesa, ejerce la psiquiatría en una institución que ama profundamente y porque, además, tiene un compromiso con los más pobres. Él llegó a inicios de la década de 1980 como residente. Por ese motivo, y como protagonista de los avances de la salud mental en el país, desea que los presupuestos se eleven considerablemente.

“Si queremos más seguridad y paz, el cuidado de la salud mental debe empezar desde los niños. Tenemos que asumir esa responsabilidad y desde el instituto queremos contribuir a generar conciencia pública”, afirma.

Hito

Antecedente de la investigación premiada es el primer Estudio epidemiológico de salud mental de Lima Metropolitana y Callao, que Saavedra Castillo realizó con un equipo de colegas en 2002. Por primera vez se hizo un estudio a gran escala y fue un hito en el país.

(Por Susana Mendoza – Andina)

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here