Es gerente de trasplante de Essalud, que impulsa la campaña Más Vida para promover la donación de órganos. Nefrólogo de profesión, desde hace más de seis años dirige planes de trabajo para sentar las bases de un sistema nacional de donación y trasplante de órganos, con el fin de fortalecer la labor que le corresponde a la seguridad social en esta tarea.

Foto: El Peruano
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Servidores públicos destacables

Es heredero de una tradición norteña y de genes que le garantizarán larga vida porque proviene de una raza longeva. Carlos Carvallo Ñiquen reconoce una vocación de servicio que tiene raíces en el ejemplo materno y en el respeto por los más pobres debido a su intenso ejercicio médico. Para él, promover el trasplante y la donación de órganos es un asunto de vida o muerte.

Desde hace seis años y medio, y con un equipo de profesionales, está a cargo de la gerencia de trasplante de Essalud, desde donde diseña, planifica, ejecuta y supervisa las políticas que la seguridad social lleva adelante para atender a aquellos pacientes que necesitan un órgano para continuar en este lado de la ribera del río.

“En los últimos cinco años, los esfuerzos de Essalud tienen resultados positivos. La sobrevida del paciente supera el 95%. Los trasplantes son exitosos, lo que no ocurría a mediados de los 90, pues solo el 55% sobrevivía. Mejoramos la selección del donante, tecnologías, medicinas y la organización administrativa de la institución”.

En 1985, una experiencia cambiaría radicalmente su vida como su visión de la nefrología, “carrera a la que llegué por casualidad”, recuerda.

Un joven falleció en sus brazos y la pena resultó inevitable, pero grande fue su alegría cuando se enteró de que en vida expresó su voluntad de donar órganos y que la familia la respetó después.

“Gracias a la donación de sus riñones salvamos a un joven; fue el primer caso de trasplante que tuvimos. Fui testigo de cómo una vida que se apagaba recuperó su brillo y luz luego de la operación. Desde entonces valoré mi carrera, y juré no apartarme de esta opción generosa para evitar la muerte de una persona”.

Gestor de alianzas

Luego de ejercer la nefrología durante nueve años en el hospital Guillermo Almenara (1985-1994), Carvallo emprendió vuelo hacia otro nido: el de la empresa privada. Fue asesor experto en el manejo de la enfermedad renal, tratamiento y trasplante en diversas clínicas. La seguridad social le dio un importante know how.

Pero la crisis económica de los 90 afectó a muchas empresas privadas, entre ellas a las clínicas. Volvió su mirada al Centro de Salud Renal, al que lo convocaron con un grupo de colegas para mejorar la atención de diálisis peritonal y hemodiálisis en todo el país.

“En poco tiempo mejoramos las condiciones de atención, cambiamos las reglas de juego con la inversión privada e iniciamos la alianza públicoprivada”, recuerda.

Amor al arte

Carvallo quiere escribir su historia. Le gusta la literatura; su autor preferido es Ernesto Sábato, al que acude cada cierto tiempo porque le fascina la narración de la conducta humana; por él y por novelas como Los renglones torcidos de Dios, en algún momento dará a conocer sus experiencias como médico.

Mientras tanto, como promotor de donación y trasplante de órganos puede devolverle el bienestar a una persona agonizante. “Sientow que podemos sacarle la vuelta a la muerte, a la enfermedad, al sufrimiento que parece no tener solución”. La donación y trasplante de órganos son una oportunidad maravillosa de vida.

Escribe: Susana Mendoza Sheen

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