Los servidores públicos de las diferentes instituciones del Estado tienen la oportunidad de postular en el Perú y el extranjero a maestrías y doctorados, de hasta 120 mil soles, gracias al crédito-beca que ofrece la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir).

El Programa Reto Excelencia  se ha propuesto otorgar este año 65 crédito-becas para ocho áreas académicas: gestión pública, economía, ciencias del medio ambiente, ingeniería, ciencias agropecuarias, educación, ciencias básicas y ciencias de la salud.
La gerente de Desarrollo de Capacidades y Rendimiento del Servicio Civil, Rubí Rivas Cossio, explicó a la Agencia Andina que los prestatarios pueden elegir entre las 400 mejores universidades del mundo para concretar sus estudios de posgrado.
No hay límite de edad, pero sí es necesario tener bachillerato universitario. Servir envía el financiamiento de los estudios a la cuenta de la universidad, mientras que los viáticos y hospedaje se depositan cada mes en la cuenta personal del beneficiario según las características del país.
“Nuestro objetivo es que en el Estado trabajen los mejores profesionales, por eso fijamos la evaluación crediticia en la persona que hace las veces de aval, no en el sueldo que ganan los servidores, pues en algunas ciudades del país éstos ganan menos de una UIT (S/ 4,150)», dijo.
En lo que va del año Reto Excelencia ya entregó 13 créditos-beca. Desde su creación en el año 2013, Reto Excelencia ha permitido la especialización de 193 servidores públicos. Actualmente tiene en sus manos 100 solicitudes para ser evaluadas.
Rivas Cossio precisó que el 16% de prestatarios proviene de entidades públicas de provincias, sobre todo de Cusco, Cajamarca, Huánuco, Ayacucho y Amazonas; por eso motivo visitarán durante el segundo semestre seis gobiernos regionales.
“Nuestra prioridad en estos momentos es facilitar el acceso a servidores públicos de los gobiernos regionales porque queremos potenciar el capital humano y fortalecer el servicio civil”, precisó Rivas.
Agregó que existe paridad de género en la demanda y entrega del crédito educativo, y que los beneficiados tienen entre los 25 y 40 años. Asimismo, más de la mitad tiene régimen CAS  (Contratación Administrativa de Servicios).

Jóvenes que aceptan el reto

Romina Rojas Carreño (28) trabaja en la Defensoría del Pueblo, en la oficina de Desarrollo Estratégico y Cooperación Internacional. Ella se enteró del programa Reto Excelencia por unos amigos y postuló a un crédito para estudiar la Maestría de Políticas Públicas y Desarrollo Humano.
“Soy politóloga formada en la Universidad Católica y sentí que debía fortalecer mis capacidades en gestión porque me interesa contribuir al diseño de políticas públicas con perspectiva de derechos humanos”.
Presentó la solicitud y ha sido aceptada para estudiar en la Maastricht University, los Países Bajos, puesto 200 del Ranking QS, a donde viajará este 30 de julio. A Romina le gusta trabajar en el Estado, dice, porque se puede cambiar la vida de millones de personas.
Antes trabajó en el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) y luego en el Programa Nacional de Becas (Pronabec). Su experiencia laboral se inició en el Estado y piensa continuar allí. “No me veo en otro ámbito de trabajo todavía”, afirma.
Para su tesis, quiere desarrollar un tema relacionado con la implementación de políticas sociales, y de regreso le gustaría trabajar en el Ministerio de Educación o nuevamente en el Midis. “Vamos a ver qué pasa a mi regreso que será dentro de un año. Por el momento estoy convencida de que la meritocracia consolida las políticas públicas”.

«Desde el Estado se generan cambios»

En tanto, Oscar Alva Arias (34) seguirá la Maestría de Derecho Internacional y Derecho del Niño en Leiden University, puesto 109 del Ranking QS, también de Países Bajos. El viaja el próximo 25 de julio.
Desde el 2007 trabaja en el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en la dirección general de Niños, Niñas y Adolescente. Con ese estudio de posgrado, Oscar quiere desarrollar una visión más completa de las políticas orientadas a la niñez y adolescencia en el país.
“Conoceré con qué criterios evalúa Naciones Unidas a los Estados sobre este tema. Me interesa aportar en el monitoreo y evaluación de esas políticas públicas para que el Perú se acerque a los estándares internacionales”.
Como Romina, a Oscar le gusta trabajar en el Estado por el impacto que tiene en la vida de la población las acciones y políticas que diseña y aprueba, o deja de hacer. Por eso su tesis versará sobre la situación de los niños, niñas y adolescentes que viven en la frontera peruana. “Existe dispersión de los servicios del Estado en esas zonas”, refirió.

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