Es falso decir que los malos tiempos equivalen a insatisfacción laboral. Una organización sí puede lograr avances significativos en satisfacción y compromiso incluso durante los peores momentos financieros de su historia.

satisfaccion laboral

Muchas organizaciones esperan una recuperación económica y de negocios para medir la satisfacción de sus empleados, el detalle es que se están perdiendo una gran oportunidad. Mediante una evaluación objetiva de lo que ocurre en el ‘ahora’, pueden hacer algunos cambios que les ayudarán a aprovechar los mejores tiempos.

Forbes analiza seis formas incrementar la satisfacción incluso en tiempos complicados:

1. Los valores fundamentales.

Aunque la organización esté pasando por un momento económico complicado, los valores fundamentables no deberían abandonarse, sino mantenerse. Lo mismo debería ocurrir con los valores de liderazgo. Muchos empleados observan que esos valores solo son aplicados en los buenos momentos, pero cuando ocurren situaciones desagradables incluso los principales líderes se olvidan de ellos. Las buenas organizaciones abrazan con fuerza sus valores, al margen del contexto. Cuando eso sucede, los trabajadores aprenden a apreciar la empresa para la que laboran.

2. Enfoque a largo plazo.

Las empresas deben procurar observar, digamos, una recesión como un problema temporal y mantener su enfoque en los objetivos a largo plazo. A los colaboradores no les importa pasar por momentos difíciles cuando creen que hay un futuro brillante por delante. Y eso ocurre cuando la compañía sabe encontrar ciertas oportunidades aún en los momentos más difíciles.

3. Liderazgo local.

Es fundamental que la empresa reconozca que la principal fuente de satisfacción o insatisfacción viene de lo que sucede en cada grupo de trabajo. Por lo tanto, todo gerente y supervisor debería buscar mecanismos para conocer la satisfacción de sus empleados y enfrentarse al reto de encontrar oportunidades para mejorar esos niveles.

4. Comunicación continua.

Las personas tienden a comunicarse menos durante los malos tiempos, cuando en realidad, lo que necesitan es comunicarse aún más. Cuando llegan momentos sumamente difíciles, las organizaciones deberían centrar sus esfuerzos para comunicarse y compartir información importante.

5. Colaboración.

Los equipos de alto rendimiento buscan siempre hacer mejoras en su capacidad de compartir recursos y trabajar en conjunto. Esto reduce los costos y la eficiencia aumenta.

6. Oportunidades para el desarrollo.

Si el ritmo de trabajo en una empresa es lento, la gente tiene que aprender nuevas habilidades y desarrollar nuevas capacidades. Los líderes deben desafiar a sus colaboradores para «estirar» las asignaciones de trabajo.

7. Velocidad y agilidad.

Cuando hay menos presupuesto, los gerentes, jefes y otros supervisores tienen que motivar a sus trabajadores para que actúen con rapidez y aprovechen las oportunidades en el mercado. La clave está en guiar a estas personas a que tomen decisiones cruciales sin demora.

(Gestión)

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