Por: Hugo Espinoza Rivera (*)
A lo largo de la historia republicana se ha señalado a diversos gobiernos de ineficaces porque no han podido atender las necesidades de todos y cada uno de los peruanos. En esa crítica, se suele hacer especial énfasis en la desatención de las poblaciones excluidas: a ciertos sectores de la sociedad no llega el Gobierno, el dinero y menos aún las condiciones de desarrollo.
Por esto, la inclusión social propuesta por el gobierno de Ollanta Humala debe comprender, entre otros factores, la movilización de los órganos y organismos del Estado para buscar a esa población relegada e incluirla en sus programas y políticas.
Ante esta tarea, la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos –Sunarp– pondrá en marcha, en el presente año, los primeros pilotos de un Registro Móvil. Esto significará que los funcionarios de los Registros Públicos no se quedarán esperando a que los usuarios se acerquen a una de las 13 zonas registrales –hay una oficina principal en capitales de provincia, 59 oficinas registrales en otras provincias y 82 oficinas receptoras en diferentes distritos–, sino que saldrán a buscar a los pobladores que, por diversas razones, no pueden acercarse a uno de estos 154 centros de atención.
De esta manera, el registro se trasladará a los lugares donde no existe una oficina registral a prestar servicios de inscripción y de publicidad registral, ya sea llevando hasta esas poblaciones a su personal (temporalmente) o destinando unidades móviles (vehículos acondicionados) para que recorran el país de manera periódica.
No estamos propiamente frente a un caso en el que los pobladores no quieran ir al registro, sino en el de una población que queriendo contar con los beneficios que implica la seguridad por el registro de sus derechos, bienes y empresas; por condiciones económicas adversas, falta de adecuadas vías de comunicación o un absorbente trabajo en el campo, no pueden trasladarse a otra ciudad para realizar sus trámites.
Justamente por ello, la Superintendencia Nacional de Registros Públicos se ha comprometido a facilitar el camino a los pobladores de los sectores de extrema pobreza, de pobreza o de frontera, que requieren de la seguridad jurídica que les brinda el registro.
Así, la Sunarp no esperará a los usuarios, irá en su búsqueda. Y el Registro Móvil, por cierto, no solo va a trabajar en calificación sino que incluirá varias actividades vinculadas con la función registral, como son la capacitación, orientación, facilitación de modelos contractuales, expedición de publicidad simple y certificada y otras más que sean necesarias, según el lugar visitado.
Pese a ello, la Sunarp se ha comprometido a superar los escollos. No deseamos quedarnos en un lugar específico de manera permanente. Para ello ya se tienen 154 oficinas y se espera tener más. El Registro Móvil, al llegar a lugares que lo necesitan busca motivar a los pobladores peruanos a recurrir, de manera efectiva, a la seguridad que les brinda el registro público.
(*) Gerente Registral de la Sunarp
(El Peruano)
