Diferentes amigas y amigos profesionales comparten conmigo su impresión de que en la actual gestión gubernamental los cuadros elegidos para conducir el país desde las diferentes instituciones públicas no tienen experiencia en la gestión pública. Debe ser así, porque el actual gobierno tiene por primera vez esa responsabilidad. ¿Pero tiene que ser así? ¿No existen funcionarios de confianza, calificados, de periodos anteriores de gobierno que pueden continuar en este y también en el próximo que vendrá?

Juan José Vicente, un experto español me concedió una entrevista sobre el perfil del nuevo funcionario público. Estuvo en nuestro país invitado por la Universidad Continental. Para él, los países no pueden darse el lujo de cambiar a sus empleados y funcionarios cuando cambian los gobiernos porque se pierde conocimiento, y eso le cuesta al Estado.

Foto: Universidad Continental
Foto: Universidad Continental

“Lo que pasa es que es un costo oculto, no aparece en los presupuestos, como si no importara, pero es clave. Ninguna empresa privada lo hace. Por eso se habla de profesionalización de los servidores público” me comentó. Aquí la entrevista.

¿Existe el perfil ideal del funcionario público?

Depende de los países, porque se necesita hacer funciones y servicios públicos estables. Brasil avanza en ese sentido. Pero lo mínimo que debe tener es ética pública. Ser conciente que representa al Estado, que los ciudadanos pagan su salario, está al servicio de ellos, y su trabajo es el más importante de todos. Eso no lo hace ninguna empresa.

¿Existe un sector del Estado que requiere mejores funcionarios públicos, que otro?
La administración pública trata temas tan importantes, que es bueno tener funcionarios profesionales en todos sus ámbitos. Tanto para la economía del país como para los servicios de salud y educativos es necesario que sean altamente cualificados porque cada vez se tienen actividades más complejas, y el nivel de conocimiento es mayor.

¿Hay que evaluar al funcionario público anualmente?

Es un tema complicado en las administraciones públicas. Cómo se evalúa un trabajo, por la cantidad de gente que se escucha o la calidad de lo que se dice o hace. La evaluación tiene que introducirse como una herramienta analítica de la organización. Uno puede encontrar que la gente trabaja muchas horas y su rendimiento es muy bajo. Pero no es culpa suya, si no de la propia organización que no está bien estructurada.

¿No es posible establecer criterios de evaluación?

Lo que digo es que la organización tiene que utilizar la evaluación como una herramienta de conocimiento. Hay que cambiar la cultura que tenemos sobre ella, formar a los que la aplican para que sepan lo que evaluarán y harán con los resultados. No sólo se evalúa lo cuantitativo, también lo cualitativo, y eso es difícil de medir.

¿El Estado tiene que recuperar el poder que perdió en las últimas décadas?

El mercado no se autorregula, estamos viviendo las consecuencias de eso. El Estado tiene que tener más fuerza y regular los mercados financieros porque no se les puede dejar a su libre arbitrio. Si los funcionarios públicos son estables y no dependen del albur político, realizarán sus funciones con autonomía y velarán por los intereses del Estado y los ciudadanos.

Entrevista de Susana Mendoza, publicada en el diario El Peruano.

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