Aquellos en puestos gerenciales están obligados a tomar decisiones estratégicas para el desarrollo del negocio. ¿Se dan cuenta de los factores que influyen su comportamiento en estas situaciones?

desiciones

La idea de tomar «decisiones informadas» es prácticamente una ilusión. Al menos así parece sugerir un artículo de Robert F. Wolf, especialista en manejo de riesgos en gestión, publicado en el Harvard Business Review. De no tomar ciertas precauciones, los prejuicios podrían estar invadiendo esa capacidad de decisión que creemos tan certera.

«En teoría, las decisiones basadas en información respaldan cualquier organización exitosa. Pero, como dijo Platón, ‘la conducta humana viene de tres fuentes principales: deseo, emoción y conocimiento'», dijo Wolf. Publicaciones como Thinking, Fast and Slow, de Daniel Daniel Kahneman, «han confirmado que hay una gran variedad de vulnerabilidades en la conducta y caprichos en nuestra habilidad de tomar decisiones», agregó.

Un prejuicio usual es que tendemos a buscar evidencia que confirmen nuestras decisiones iniciales, rechazando aquella que las contradigan. Otro tipo de distorsión es pensar que la inversión de una gran cantidad de recursos resultará necesariamente en una recompensa, cuando en realidad puede generar pérdidas.

Finalmente, otra tendencia es que «una vez que aprendemos algo, no recordamos cómo era cuando no teníamos ese conocimiento». Esto evita desarrollar nuestra capacidad de aprender de nuestros errores. Al tomar decisiones, el autor subrayó que no son solamente nuestros prejuicios los que debemos considerar, sino también los de nuestro público, nuestro equipo y competidores.

Aquí, algunas claves recomendadas por Wolf para minimizar el impacto de estas distorsiones:

1. Buscar sin cesar nueva información relevante que sirva como evidencia para estar disconformes.

2. Aceptar al que «siempre hace la contra» como parte del equipo.

3. Buscar opiniones diversas externas para contrarrestar nuestro exceso de confianza.

4. Premie los procesos y evite penalizar los errores cuando las intenciones y el esfuerzo son honestos.

5. Dele vuelta al problema para ver si está considerando la situación desde un marco de interpretación positivo o negativo.

6. Redefina el problema desde un cierto momento en adelante e ignore lo que deja detrás: así evitará escalar su compromiso innecesariamente.

7. Desarrolle procesos de revisión sistemáticos que le dejen con una posibilidad de más cuando esté atando cabos sueltos.

(Gestión)

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