Perfil. Médica general que tiene a su cargo el Servicio Médico de Apoyo Atención domiciliaria del adulto mayor y paciente oncológico (Adamo), de la Diresa Callao. Esta iniciativa es promovida por profesionales de salud chalacos y realiza unas 700 atenciones mensuales a personas de la tercera edad o con cáncer terminal. Es financiada por el programa Plan Esperanza.

000016501M

En su escuela San Vicente de Paul, las hermanitas de la Caridad no solo le ensañaron avemarías, sino también a tener sensibilidad social. A María Cairampoma Gago, servir a los enfermos le pareció una elección natural, una forma de cumplir su deseo de niña, cuando escogía como disfraz predilecto el de enfermera para exhibirlo durante el desfile escolar, en Jauja.

A sus 62 años, ahora su sueño de cubrir con una manta de paciencia la salud de personas impedidas de ir a un hospital se hace realidad por medio de Adamo (Atención domiciliaria del adulto mayor y paciente oncológico). Una experiencia que enseña a no temer a la muerte y esperarla con tranquilidad.

Ella es jefa de la unidad de etapas de vida de la Dirección Regional de Salud Callao, en donde despliega su espíritu colaborador, pues se esfuerza porque sea un área de apoyo para que en los 45 centros de salud que tiene el primer puerto se realicen actividades que enseñen a niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores a vivir bien.

Ya es conocida en esta tarea, pero María tiene a su cargo también la coordinación del Servicio Médico de Apoyo Adamo, iniciativa que se gesta por el esfuerzo de autoridades de la Diresa Callao y profesionales del Hospital Daniel Alcides Carrión.

El 2013 se abrieron las puertas de este servicio que ella se encarga de conducir en dos momentos: en marzo de ese año hasta septiembre del 2014, y ahora desde enero del 2016. Para María, es un asunto de honor llegar al domicilio de ancianos que no tienen ni un sol para ir a un establecimiento de salud o de personas con cáncer terminal.

Ella siente que lo que más necesitan estos pacientes para enfrentar la muerte es amor. Un paso que nadie está preparado para dar, comenta, pero que es inevitable hacerlo. Los viejitos y los que enfrentan el dolor de una letal enfermedad aprenden a conocer la felicidad.

“Desde Adamo les ofrecemos a los pacientes, como a sus familias, paliativos para que no pierdan calidad de vida: medicinas, compañía, cuidados. Los enfermos aprenden a reconciliarse consigo mismos, a desprenderse poco a poco de su vida cotidiana; y sus allegados más cercanos, a ser cariñosos y solidarios con ellos”, cuenta.

Salud comunitaria

Cairampoma siempre mostró predilección por la salud pública, por estar cerca de la gente y su comunidad. Gracias a este servicio a domicilio que financia el Plan Esperanza ha logrado que las atenciones mensuales se incrementen a 700 porque cada vez son más los chalacos que se pasan la voz para acogerse a él.

“Hasta de Lince y San Isidro han venido a vernos, pero no podemos brindarles nada porque Adamo es para los chalacos”, dice. La explicación es que cuenta con un equipo que trabaja con ella las 24 horas todos los días: un oncólogo, una enfermera paliativista, un sacerdote y una psicóloga, los que además de cumplir las consultas programadas en el domicilio, atienden emergencias de ser necesario.

¿Qué motiva a esta médica general a no claudicar? La satisfacción de darle un poco de felicidad a un paciente que sabe que fallecerá, de prepararlo para que reciba la muerte sin sufrimiento y con su familia.

“Ofrecemos cuidados paliativos a pacientes oncológicos terminales que deriva el Hospital Carrión”.

Hoja de vida

Trabajo en la Dirección Regional de Salud del Callao desde hace 25 años.

Me formé como médica general en la Facultad de Medicina de San Fernando, de la UNMSM.

Soy de la promoción 1976, la misma de los exministros de Salud Pilar Mazzetti y Fernando Carbone.

Tengo una maestría en Servicios de Salud de la Universidad Federico Villarreal (2013) y un Diplomado en Bioética Clínica y Social de la Unesco (2015).

“Ofrecemos cuidados paliativos a pacientes oncológicos terminales que deriva el Hospital Carrión”.

Escribe: Susana Mendoza Sheen

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here