Dra. María Villa Martinez

Jueza colombiana y profesora de la Maestría en Derecho Procesal y Procesal Penal de la Escuela de Postgrado de la Universidad Continental.

• La retroalimentación facilitará el entendimiento de este cambio
• Con pedagogía constitucional se afianzará legitimidad y éxito

La socialización del proceso de implementación del Nuevo Código Procesal Penal entre las cortes donde ya está vigente con aquellas en las que aún falta su aplicación, así como una mayor labor de pedagogía constitucional por jueces, fiscales y defensores sobre el sistema penal acusatorio, resultan fundamentales para garantizar el éxito y la legitimidad de este cambio, afirmó la magistrada colombiana, María Villa Martínez, quien recientemente compartió la experiencia de esta reforma en su país con jueces y fiscales peruanos, a invitación de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental.

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Se dice que la reforma procesal penal en Colombia no es más que la materialización del derecho penal constitucional. A cinco años de implementada, ¿cuáles son las debilidades y fortalezas de este cambio en su país?
–A mi juicio y de manera afortunada, lo más importante es que existió mucho compromiso por parte de jueces, fiscales y defensores de asumir una actitud responsable y de estudio permanente del sistema para evitar toda improvisación o desconocimiento, desde las primeras audiencias. En este proceso no caben los celos profesionales sino el ánimo constante de compartir lo aprendido. Las diferencias entre magistrados y defensores deben llegar a un punto cero, de tal forma, que el aprendizaje sea colectivo.

¿El compromiso del elemento humano es fundamental para el cambio?
–Definitivamente. La tarea que hoy emprendemos en cada uno de nuestros países con la práctica del nuevo sistema penal acusatorio debe ser realizada con mucha responsabilidad y, sobre todo, con el ánimo de contribuir a buscar soluciones conjuntas y uniformes, teniendo como marco y paradigma el resultado de la verdad, la justicia y la reparación como proyecto global de cualquier Estado Social de Derecho. Nuestra tarea, además, será hacer que la base constitucional sea el pilar fundamental para propiciar no solo una hermenéutica igualmente constitucional sino, a su vez, permitir que se cumplan los objetivos de un verdadero sistema penal acusatorio, sin quebrantamiento de los principios generales y procesales del Derecho.

Ante las críticas al sistema por ser demasiado garantista, ¿qué hacer?
–De manera desafortunada, a pesar que el sistema es público, hay una falencia que es del conocimiento,
no solo de los medios periodísticos sino de quienes la difunden. Falta pedagogía constitucional en la población. Aquí, será importante que todos los actores del proceso participen en la explicación del modelo.

Desde lo académico y lo practico, ¿qué recomienda al modelo peruano?
–Pues, dejarlo crecer y socializarlo. Aquí, me parece observar un gran silencio entre las cortes donde
ya está vigente el Nuevo Código Procesal Peruano con aquellas que están por implementarse.
"Es determinante la capacidad de argumentacion, tanto en lo jurídico como en lo fáctico."

¿Por qué la oralidad es importante en el sistema acusatorio?
–La oralidad implica una verdadera vocación de renuncia al expediente. La convicción de que el único medio para adoptar las decisiones más importantes del proceso es sometiendo a debate público los argumentos de las partes, o sea la oralidad, es el método de producción de información esencial en la nueva labor jurisdiccional. En este contexto, subsiste el desafío de afianzar la oralidad en la aplicación
del NCPP en el Perú. He observado que no existe un verdadero adiós al expediente, pues este sigue presente en varias de las audiencias públicas de los juzgados unipersonales y colegiados.
Técnicas de litigación

Cuando está frente a un caso, ¿qué evalúa de los fiscales y defensores?
–Lo determinante es la capacidad de argumentación, tanto en lo jurídico como en lo fáctico. Incluso, en el caso de los jueces, es importante dirigirse al público para informarle las razones de sus decisiones. Así, de alguna manera, se aprovecha, con un lenguaje sencillo, que la propia comunidad vaya aprendiendo
el sistema. En el Perú, he visto audiencias donde los jueces no levantan la cabeza para nada, lo cual no debe ocurrir.

 

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