Es hiperactiva, entusiasta y con un sentido del deber que la convierten en una persona a prueba de fracasos. Elvira Moscoso Cabrera aprendió a hacerse cargo de su vida desde temprana edad, y culminó su carrera universitaria gracias a la venta de chistes, cuentos, libritos de trabalenguas y metáforas, en un negocio que su padre le ayudó a tener en el mercado de Santa Cruz, en Miraflores. Desde entonces, la contabilidad y la auditoría fluyeron con naturalidad en su vida, y la ayudaron a enfrentar desafíos que no imaginó.

Foto: El Peruano
Foto: El Peruano

Desde marzo de 2010 trabaja en la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Cargas y Mercancías (Sutran). Gracias a una experiencia acumulada de más de dos décadas, organizó un sistema de prevención de accidentes de tránsito a través del Plan Viaje Seguro, que incluye un inspección integral en los terminales terrestres a ómnibus y choferes.

“Es un conjunto de pautas de fiscalización preventiva para proteger a los pasajeros. Desgraciadamente, los presidentes regionales y alcaldes provinciales desconocen sus funciones en esta materia, y autorizan permisos sin criterios y sin vigilar”, comenta.

Este afán de Elvira Clara no empieza en la Sutran sino mucho antes. Ella fue protagonista, por ejemplo, de la formalización del servicio de taxi amarillo durante 1997-2002, cuando Alberto Andrade fue alcalde de la Municipalidad de Lima Metropolitana. Ella lo diseñó y dejó 30,000 taxis ordenaditos, recuerda.

Su participación en el gobierno edilicio fue inesperada: ella venía de la empresa privada, de importantes compañías como la auditora Hansen Holm, Confecciones Carolina y Alda, negocio que creó el exburgomaestre. Su formación como contadora con especialidad en auditoría le sirvió para aceptar la invitación a participar en la gestión municipal.

“Cambió mi vida, tuvo palabras que me marcaron la vocación de servicio que hoy guía mi labor en el Estado. El mayor logro de esa experiencia fue conseguir que miles de personas creyeran que organizarse, respetar la autoridad y dar un buen servicio a la comunidad tiene sus frutos”.

Conciencia de servicio

Elvira no es clarividente, pero se da cuenta de que el transporte público es un área donde hay mucho por hacer y que necesita mayor vocación de servicio porque en el Perú más del 80% de la población usa el transporte público, explica.

“Si uno tiene vocación de servicio, debe trabajar donde está la mayor cantidad de gente. ¿Dónde puedo trabajar para ayudarla? En el Estado”, comenta entusiasta.

Ella espera que las nuevas autoridades municipales provinciales y regionales mejoren el transporte público y respondan a los intereses de la población que votó por ellas. “Ya no pueden autorizar la circulación de vehículos pequeños como mototaxis”.

De no ser así, Elvira vaticina que habrá más muertes. Ojalá prevalezca el compromiso. “Uno trasciende en el Estado”, puntualiza.

Perfil. Elvira Clara Moscoso Cabrera es jefa de la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Cargas y Mercancías (Sutran) desde el 2010. En su gestión se diseñó el Plan Viaje Seguro, que hoy se implementa en el Perú cada feriado largo, y convocó a autoridades de gobiernos regionales y municipales provinciales para llevar adelante este plan que busca reducir los accidentes.

Hoja de vida

1976-1982 me formé como contadora en la Universidad Católica del Perú y me especialicé en auditoría al año siguiente.

1997-2002 fui directora del Servicio de Transporte Metropolitano (Setame), hoy Gerencia de Transporte Urbano.

Setame ganó el premio de Creatividad Empresarial 2002.

 

Escribe: Susana Mendoza (El Peruano)

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