No usan capas ni escudos, pero están preparados para enfrentar a su más duro rival: la indiferencia. La vida los puso a prueba, pero su fuerza de voluntad y el apoyo de muchos, les permitió salir victoriosos de cada batalla y darse enteros en el servicio público.

Hugo Carrasco nació hace 48 años con una enfermedad neurológica que degeneró en la imposibilidad de controlar los movimientos finos de su cuerpo. Estando en la secundaria, un buen día lo llamó la Directora del plantel. Le dijo que si bien era un chico maduro y voluntarioso, su problema físico le iba a impedir llegar muy lejos. Era mejor que estudiara un oficio como la zapatería, le sugirió.

Quince años después, la misma Directora fue despedida de su trabajo. Preocupada, buscó asesoría especializada. Tocó la puerta de la Dirección Regional del Trabajo y fue atendida por su mismo Director Regional, el doctor Hugo Carrasco Mendoza.

No hubo resentimiento porque dice que nunca se creyó incapaz de nada. Hijo de obrero y militante de una iglesia progresista, siempre se preocupó por la defensa de los injustamente tratados, por lo que no dudó en seguir la carrera de Derecho en la Universidad Católica del Perú.

Con veinte años al servicio del país, el doctor Carrasco es actualmente Director de Regulación de Inspección del Trabajo del Ministerio de Trabajo, y está orgulloso de ser servidor público. Dice que con su labor se hace realidad la idea de que el Estado esté al servicio del ciudadano.

Orgullosa también de serlo es Karin Quijada Lovatón, quien desde la plataforma virtual del Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad – CONADIS atiende las consultas que a diario le formulan docenas de personas con discapacidad.

Tenía seis años cuando una caída le arrebató la capacidad de escuchar. Sus ganas de no quedarse atrás y el apoyo de su familia le han permitido no solo experta en el lenguaje de señas y una maestra en la lectura de los labios, sino también licenciada en educación, con maestría en la misma especialidad.

Ser servidora pública es Para Karin, una inmensa responsabilidad que asume con alegría, pues le permite “ayudar a una población muy vulnerable y principalmente a aquellos que no cuentan con recursos económicos”.

PARA SERVIR MEJOR

Juan Mamani Huanca dice que una de las formas para servir mejor a las personas es estar siempre actualizado. Por eso, hasta hace poco y a pesar del cansancio propio del final de la jornada, terminaba sus labores y hacía rodar su silla de ruedas para llegar temprano a sus clases de Gestión Pública en la Escuela de Postgrado de la Universidad Continental.

A este especialista en ingeniería estadística, la poliomielitis no le impidió superarse. Hoy, sirve al país desde la Oficina de Desarrollo del Talento Humano del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, identificando las necesidades de capacitación de los trabajadores sus trabajadores y buscando que puedan recibir la mejor formación.

Para Juan, estamos viviendo un tiempo en que el conocimiento está en constante evolución “y si un servidor público no se capacita, se queda atrás y no va a brindar un servicio adecuado a la población”.

CON RITMO

El 7 de febrero de 1992, Huber Díaz Navarro transitaba cerca a una oficina de la SUNAT, cuando estalló un coche bomba. Sobrevivió, pero perdió el sentido de la vista. La tristeza le duró muy poco, pues casi de inmediato tuvo que aprender a desenvolverse en la vida cotidiana sin poder ver y desarrollar otras habilidades como la de atender una central telefónica.

Tres años después se presentó a un puesto de practicante en el organismo recaudador. Logró que lo admitieran y se desempeñó tan bien que meses después firmó su primer contrato. Veintiún años más tarde, Huber es teleoperador de la central telefónica de la sede principal, una especie de gerente de primeros contactos, pues dice que parte de la buena imagen de la institución se proyecta en cada una de las cientos de llamadas que atiende al día.

Su afán de superación lo ha llevado no solo a estudiar la carrera de Redes y Telefonía, sino también graduarse como Relacionista Público; además es locutor, músico apasionado, y el alma de cada una de las actividades festivas de la institución.

Estos héroes celebran este domingo 29, junto a un millón y medio de trabajadores del Estado, el Día del Servidor Público.

untitled

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here