Por: Juan Carlos Ruíz. Algo viene ocurriendo tras bambalinas en el escenario de lo público, que por esas cosas del día a día se está volviendo en costumbre. Se manifiesta como un enfrentamiento sin cuartel entre cuadros técnicos y cuadros políticos (si podemos llamarlos así). Ocurre como fuego cruzado entre oficialismo y oposición. Pero nunca llega a buen puerto como debate o discusión. Divide en vez de unificar. Opta por la ruptura en vez de concertar.
Este supuesto enfrentamiento se viene dando como una sangrienta batalla en las páginas de los principales medios de comunicación, y en noticieros radiales y televisivos.
Allí, los “expertos” en temas públicos y gubernamentales deslizan sus ácidas críticas al gobierno de turno, e incluso se dan el lujo de apuntar también sus dardos a la oposición por su inoperancia e inacción.
Pero ocurre que estos “expertos” no forman parte de ningún “think tank” orgánico ni sistémico que busque instalar propuestas concretas desde una tribuna partidaria o desde una corriente de pensamiento.
¡¡¡NO!!! Ocurre que el comportamiento de estos “expertos” se parece más al de cuerpos de mercenarios que responderían a intereses privados y, sin ningún rubor, tienen la habilidad de cambiar de camiseta y posición ideológica, según lo requiera el patrocinador de turno.
Si partidos y movimientos políticos pretenden pensar en el país hacia el futuro, sin duda tendrán que considerar la formación de cuerpos técnicos serios, con rostros que todos identifiquemos, con gabinetes en paralelo, propuestas que encuentren caminos comunes a los de las autoridades, y líderes tecnocráticos que se conviertan en contrapeso de las decisiones políticas. Si NO ocurre pronto tendremos “más de lo mismo”. Mi temor es que si dejamos pasar esta oportunidad histórica entraríamos a un círculo vicioso sin retorno.
Juan Carlos Ruíz es columnista de Exitosa Diario, y docente de la Escuela de Postgrado de la Universidad Continental.
