Para esta maestra, la educación multigrado es difícil porque hay que atender a niños de edades y grados diferentes y programar la enseñanza sin perjudicar a nadie.

Foto: Andina
Foto: Andina

Perfil. El año pasado recibió las Palmas Magisteriales en el Grado de Educador y en 2013 ganó el Primer Concurso Nacional de Buenas Prácticas Docentes, que organizó el Ministerio de Educación (Minedu). Yanet Honor Casaperalta es cusqueña y profesora de primaria de la escuela polidocente multigrado Huacarpay (Escuela de Niños).

Es una entusiasta. Yanet Honor Casaperalta nació para ser profesora de niños y niñas. Desde chiquita, recuerda, jugaba a la escuelita con sus compañeritas: escribían en cuadernitos y recreaban las clases que sus maestras dictaban. Con ese juego compensó su timidez a la hora del recreo, junto con sus amigas, y logró vencer el miedo. Hoy es una líder magisterial y gran innovadora de la enseñanza primaria rural.

Cursa actualmente la Maestría Didáctica de la Enseñanza en Ciencias Naturales para la Educación Primaria, que dicta la Universidad Cayetano Heredia, capacitación que logró luego de que el Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) evaluara su hoja de vida impecable, llena de creatividad e innovación.

“Después de enseñar a mis niños por más de dos décadas, gané el concurso nacional que convocó el Minedu por usar aulas interactivas para el desarrollo de sus capacidades comunicativas en la escuela de Huacarpay, donde trabajo desde 2000.”

Ella mostró cómo la naturaleza, la ribera de un río, las caminatas o cualquier otro lugar fuera del aula son espacios de aprendizaje para los niños, de interacción, así como lo son las modernas herramientas de comunicación, como internet, que usa en los últimos años. “Siempre hice algo diferente por mis niños”, comenta.

Escuela de niños

Huarcapay se ubica en la comunidad del mismo nombre, en el distrito de Lucre, en Quispicanchi. Es una escuelita polidocente multigrado, y Yanet tiene a su cargo a niños y niñas de entre 6 y 14 años. Ahora que está en Lima estudiando su maestría, los extraña, sobre todo sus abrazos y besos.

Yanet contagia su vitalidad. Sus comentarios sobre su labor allá en Cusco, sus logros, los trámites que hizo para convertir temporalmente la escuela en un albergue luego de una inundación, sus penas, los hace con una amplia sonrisa, como si sus narraciones fueran relatos de ficción.

Lo que ocurre es que gracias a su primera experiencia docente durante la década de 1980, en la escuelita comunitaria Pukllasunchis (Juguemos), desapareció esa timidez que marcó su niñez hasta los años de estudios en el instituto pedagógico.

“Era un proyecto que implementó la radio con niños. Allí descubrí que era innovadora, solidaria y capaz de conducir un grupo. Para mí no era importante sobresalir, sino que el equipo saliera adelante”, cuenta.

Y esa es una de sus motivaciones: irradiar entusiasmo en sus colegas, luchar por que sean reconocidos e involucrar a los padres en la educación de sus hijos. “Nuestros niños lo necesitan”, recalca.

Hoja de vida

“Me formé como docente en el Instituto Pedagógico Santa Rosa del Cusco (1983-1987).”

“Estudié una maestría con mención en Gestión Educativa en la Universidad César Vallejo (2011-2012).”

(Escribe: Susana Mendoza Sheen)

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