La violencia y la desigualdad son causa y consecuencia de la pobreza, la inseguridad y el subdesarrollo a la vez que limitan la democracia, la libertad y reducen la calidad de vida de los habitantes de América Latina y el Caribe.

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Así lo afirmaron  la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena y la subsecretaria de Estado de EE UU para la Seguridad Civil, la Democracia y los Derechos Humanos, María Otero, quien dictó la conferencia magistral Promoviendo la seguridad civil y fortaleciendo la democracia en el siglo XXI. Afirmó que la protección de los derechos humanos, la promoción de oportunidades económicas y el fomento al sistema judicial y al imperio de la ley son tres pilares fundamentales para crear sociedades más justas, seguras y prósperas.
 
"La seguridad de la ciudadanía nunca se alcanzará sin atención a los derechos humanos, sin oportunidad económica y sin sistemas democráticos que estén constantemente siendo fortalecidos", recalcó.
 
En esta línea, señaló que el camino hacia la seguridad ciudadana y la democracia en el siglo XXI requiere un trabajo compartido entre EE UU y todos los países de la región "para así lograr democracias más fuertes, seguras y mejores para todos sus habitantes".
 
La subsecretaria de Estado se refirió también a la importancia de la libertad de expresión, especialmente a la necesidad de contar con un acceso a internet libre y abierto, ya que es una de las herramientas fundamentales para la participación ciudadana.
 
Trabajo conjunto 
Al responder una consulta sobre cómo frenar el tráfico ilegal de armas y drogas hacia la región, Otero reconoció que se trata de un tema urgente, que involucra muchos recursos y a otras regiones del mundo.
 
Tras plantear la necesidad de que Estados Unidos y los países latinoamericanos trabajen de forma conjunta en esta materia, Otero enfatizó que "todos deberíamos juntarnos y darle la prioridad necesaria".
 
Mejorar seguridad

Alicia Bárcena aseguró que los países con grandes desigualdades tienen más probabilidades de ser afectados por delitos violentos que las sociedades más igualitarias.
 
"Al contrario, el crecimiento económico, una mejor distribución del ingreso y una mayor transparencia contribuyen a evitar la violencia", subrayó. En este sentido, Bárcena argumentó que "solo será posible mejorar la situación de seguridad de nuestros países con más y mejor Estado".
 
Indicó como ejemplo que el costo de la violencia en Centroamérica –Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica– alcanzó en 2006 a 7.7 % del PBI subregional, con  pérdidas en salud, seguridad pública, justicia y pérdidas materiales.
 
(Efe)

 

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