Es profesora de Matemáticas y Ciencias, Tecnología y Ambiente (CTA) del colegio Manuel González Prada, en Villa El Salvador. Junto con sus alumnos obtuvo el primer lugar en el concurso interescolar ProyectaTIC por crear un minirrobot reciclador que resuelve el problema de recojo de basura en el popular distrito.

Nació en Villa El Salvador cuando los arenales eran el escenario ideal para miles de familias que buscaban un lugar dónde levantar el cimiento de un futuro digno. Los recuerdos de Vilma Bravo Fabián durante esos años están asociados a los juegos. Sus padres la estimularon y consiguieron que su pequeña –hoy, una maestra de escuela pública que usa la tecnología para estimular los aprendizajes de sus alumnos– desarrollara su ingenio y no le temiera a la innovación.

Ella es profesora de Matemáticas y CTA en el colegio Manuel González Prada. Hace algunos años, además, desarrolla actividades para motivar en el alumnado la aplicación de la tecnología de la información y comunicación a problemas ambientales que aquejan al distrito, y así puedan solucionarlos.

A Vilma le llamó la atención inventar; lo vio en su padre, don Líder, un técnico que arreglaba cocinas, lavadoras, refrigeradoras. Gracias a su curiosidad, inventaba soluciones al alcance de todos.

Le gustaba acompañarlo en sus tareas. A veces lijaba tubos y se ganaba 50 centavos por cada uno. Disfrutaba de esos momentos, sobre todo cuando él le compartía sus secretos. Su gusto por la tecnología se fue forjando en esas labores.

Hoy es una pasión, y gracias a ella ha logrado, junto con un grupo de alumnos de los cuatro quintos de secundaria, el primer lugar en el concurso ProyectaTIC, que organiza Fundación Telefónica para introducir la robótica y programación en la enseñanza escolar.

“Me interesa que descubran su creatividad, que descubran que tienen ideas que pueden servir para solucionar problemas concretos. Por medio de las TIC potencio su aprendizaje, capacidades y habilidades digitales, las que les servirán en el futuro mercado laboral”, comenta.

Innovadora

Hace cuatro meses se enteraron del concurso y decidieron participar (otros ocho profesores del colegio también lo hicieron). Se puso las pilas. En clases de CTA, los inspiró para que detectaran cuál creían que era el mayor problema de su distrito. Coincidieron en afirmar que la falta de recojo de basura era el gran problema, así como la quema de los desperdicios depositados en la vía pública.

“Plantearon hacer un robot reciclador, luego, un camioncito y, después, una especie de contenedor. Un mes nos tomó diseñar el prototipo. Unieron legos, sensores, motores, crearon una especie de cerebro para colocar el programa. Los alumnos fueron persistentes y creativos”.

El esfuerzo fue premiado. Y merecido está, pues desplegaron su ingenio para crear el prototipo “Procebot”, como lo bautizaron. Además, su entusiasmo se mantuvo incólume, a pesar del polvo sobre los equipos, ventanas o rincones del salón y el color opaco de las paredes que no recoge la adolescencia vital de los que lo ocupan.

“No soy una profesora experta en tecnología, pero lo que aprendo en mis talleres de capacitación lo aplico cuando enseño”.

hoja de vida

Se formó como profesora de Matemáticas en el Instituto Superior Pedagógico Manuel González Prada (1993–1997).

Es bachiller en Computación e Informática en la UNFV (1999).

Estudió el diplomado sobre TIC en la Educación de la UNMSM (2010).

Tiene especialización sobre los Entornos Virtuales en la Educación de la OEI/ Educa por presentar un ensayo respecto a la importancia de las TIC en la educación, que fue premiado. Es una las tres docentes ganadoras a escala nacional.

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