En su artículo publicado por LinkedIn, Travis Bradberry, coautor de Emotional Intelligence 2.0 y presidente de TalentSmart, resalta las cosas fundamentales que usted debe dejar de hacer ahora mismo para tener más éxito.
La mayoría de nosotros hemos crecido oyendo el mantra “no te des por vencido”, y lo hemos interiorizado hasta tal punto que nos sentimos culpables, incluso si no terminamos un libro que nos parece demasiado aburrido.
Nuestros padres no estaban del todo equivocados cuando decían que la persistencia es necesaria para alcanzar el éxito, pero a veces darse por vencido es el curso de acción más efectivo. Ya sea un proyecto fallido, un empleo ingrato o una relación condenada al fracaso, rendirse puede ser una virtud.
Resulta que algunos de nosotros somos realmente buenos en saber cuándo rendirnos, mientras que otros tienen dificultades para poder “destrabarse”. Una investigación de la Universidad de Rochester encontró que las personas se sienten motivadas ya sea por “metas de aproximación” o “metas de evitación”.
Los que están en el campo de “aproximación” están motivados por desafíos y no pierden tiempo tratando de resolver problemas que simplemente no tienen una solución factible. En otras palabras, ellos saben cuándo darse por vencidos.
Sin embargo, las personas motivadas por metas de “evitación”, se preocupan mucho más por fallar. Ellos quieren evitar el fracaso a toda costa, así que siguen insistiendo en lo mismo, mucho después de que la lógica sugiere que es hora de seguir adelante. Por lo general esta es una forma mucho menos productiva de trabajar.
Saber cuándo rendirse es una habilidad que se puede aprender. Si usted tiende a “trabarse” en cosas mucho después de que es obvio que lo que está haciendo no funciona, puede entrenarse para hacerlo mejor. Solo tiene que practicar cómo rendirse. Afortunadamente, la vida ofrece muchas oportunidades para hacer esto. A continuación, algunas cosas que todos deberíamos dejar de hacer.
Deje de dudar de sí mismo. La confianza juega un papel muy importante en el éxito. Hewlett-Packard realizó un interesante estudio mediante el cual analizó el proceso a través del cual las personas aplicaban para ascensos en la compañía. Resulta que las mujeres solo aplicaban cuando reunían el 100% de los requerimientos para el trabajo que querían, mientras que los hombres aplicaban cuando cumplían con el 60% de los criterios. Los investigadores postularon que una de las (muchas) razones del porqué los hombres dominaban los escalones superiores de la empresa es que ellos estaban dispuestos a tentar más puestos que las mujeres. A veces, la confianza es todo lo que se necesita para llegar a ese siguiente nivel. El truco es que usted tiene que creerlo. Si duda de sí mismo, no va a funcionar. Fingir confianza no produce los mismos resultados.
Deje de posponer las cosas. El cambio es difícil. La superación personal es difícil. Armarse de valor para ir por lo que quiere es difícil, y también lo es el trabajo para que esto ocurra. Cuando las cosas son difíciles, siempre es más fácil decidir hacerles frente mañana. El problema es que el mañana nunca llega. Decir que lo va a hacer mañana es solo una excusa, y significa que, o realmente no quiere hacerlo o desea los resultados sin el arduo trabajo que conlleva esa meta.
Deje de pensar que no tiene otra opción. Siempre hay una elección. Claro, a veces se trata de elegir entre dos cosas que parecen igual de malas, pero todavía hay una opción. Pretender que no hay una opción lo hace una víctima que está cargando de forma voluntaria un paquete de impotencia. Para jugar a ser la víctima, usted tiene que renunciar a su poder, y no se puede poner un precio a eso. Para tener éxito en el nivel más alto, usted tiene que dejar de regalar su poder.
Deje de hacer la misma cosa una y otra vez y esperar un resultado diferente. Albert Einstein dijo que la locura es hacer lo mismo y esperar un resultado diferente. A pesar de su popularidad y visión mordaz, hay una gran cantidad de personas que parecen seguros que dos más dos será igual, con el tiempo, a cinco. El hecho es simple: si se mantiene el mismo enfoque, seguirá obteniendo los mismos resultados, sin importar lo mucho que espere lo contrario. Si quiere resultados diferentes, necesita cambiar su enfoque, incluso cuando sea doloroso hacerlo.
Deje de pensar que todo va a funcionar por su cuenta. Es tentador pensar que al final todo va a salir bien, pero la verdad es que usted tiene que hacer que funcione. Esto tiene muchas implicaciones. No espere que su jefe note cuando usted esté listo para un ascenso, no espere que su colega deje de abarrotarlo de trabajo cuando usted siempre está dispuesto a hacerlo, y no piense que la gente va a dejar de pasar por encima de usted si los deja hacerlo. Nada va a funcionar mágicamente por sí solo; usted tiene que tomar la iniciativa y asumir la responsabilidad por sí mismo.
Deje de decir “sí”. Cada “sí” que pronuncia es una compensación. Al decir “sí” a una cosa, usted está diciendo “no” a algo más. Decir “sí” a quedarse hasta tarde en el trabajo, por ejemplo, podría significar decir “no” al gimnasio o al tiempo que pasa con su familia. Investigaciones realizadas en la Universidad de California mostraron que mientras sea más difícil para usted decir “no”, es más probable que experimente estrés, agotamiento e incluso depresión. Decir “no” es sin duda un reto importante para muchas personas. “No” es una palabra poderosa que usted no debe tener miedo de manejar. Cuando llegue el momento de decir “no”, evite frases como “yo no creo que pueda” o “no estoy seguro”. Decir “no” a un nuevo compromiso hace honor a sus compromisos existentes y le da la oportunidad de cumplirlos con éxito. Cuando aprende a decir “no”, se libera de restricciones innecesarias y libera su tiempo y energía para las cosas importantes de la vida.
