Perfil. Es profesor awajún, uno de los 420 asistentes de soporte pedagógico intercultural (ASPI) del Ministerio de Educación. Su tarea es acompañar a los docentes de las escuelas multigrado y unidocente ubicadas entre los ríos Cenepa y Santiago (Condorcanqui), en el desarrollo y preparación de sus clases para asegurar la calidad de la enseñanza.

Foto: El Peruano
Foto: El Peruano

Fue instruido por su padre en el amor por su pueblo awajún. El valor de ser guerrero y no avergonzarse de su cultura ni lengua ancestral fueron los pilares de esa enseñanza. Efraín Tii Impi aprendió de su progenitor, mientras le enseñaba a beber ayahuasca a orillas del río Cenepa, durante varias madrugadas tibias, que las peleas se ganan con las armas de las ideas y no con las de la muerte.

Quiso ser abogado para defender el territorio de sus hermanos y su identidad cultural, pero no pudo concretar ese sueño porque ser indígena amazónico significaba todavía estar condenado a la pobreza. Su suerte sorteó la fatalidad cuando se enteró que podía obtener una beca para formarse como maestro bilingüe en Iquitos.

Compromiso

Gracias a esa especialidad formativa asumió diversos desafíos en las últimas décadas. Hoy es uno de los 420 asistentes de soporte pedagógico intercultural (ASCPI) que tiene el Ministerio de Educación, para asegurar que los niños y niñas con una lengua materna diferente al español en el país aprendan con calidad.

“Mi tarea es visitar las escuelas de la red de Yutupis, en Condorcanqui, reunirme con los padres de familia para verificar si participan en la educación de sus hijos, si los docentes asisten a las clases, porque si no lo hacen retrasan sus aprendizajes. Si hay problemas, los acompaño y asesoro”, explica.

Tiene a su cargo 7 escuelas bilingües, 6 multigrados y una polidocente, que forman parte de esa red, una de las 73 que funcionan a escala nacional. En su ámbito habita la comunidad awajún más numerosa: unos 4,000 indígenas en total, de los cuales 200 son niños de 3 a 5 años que estudian inicial en esos colegios y 350 que cursan la primaria.

Conocimientos

Para Efraín, la educación intercultural bilingüe es una forma de convivir, de relacionarse con las diferentes culturas que expresan los peruanos. En la cosmovisión indígena, explica este hombre de 42 años, el agua, el aire, el suelo tienen una madre como en el mundo andino la tierra tiene a su Pachamama.

“Los conocimientos nos pueden integrar”, afirma.

En estos momentos, Tii Impi se prepara para participar en el concurso de nombramiento y contratación que convoca el Minedu para agosto. Para él, hablador además de la lengua wampis, achuar y shuar de Ecuador, es necesario que cada peruano conozca su propia cultura y la comparta con el mundo.

Por eso, él siente que su mayor aporte es haber rescatado la lengua materna, porque si esta se pierde, sostiene, se pierde la cultura.

En el Perú, más de un millón de escolares entre 3 y 17 años tienen una lengua materna diferente al español.

“Yo quiero seguir apoyando a los docentes de las escuelas bilingües en su práctica pedagógica y desarrollo de su plan curricular. Pero también a los padres para que sus niños y niñas sean libres con su lengua materna”.

Hoja de vida

Estudié primaria en una escuela unidocente en la comunidad de Bauen en Cenepa.

Me formé como profesor bilingüe en el Instituto Pedagógico Superior de Loreto.

Fui profesor de aula de niños awajún durante 5 años. En los 90 trabajé en un proyecto de fronteras, visité escuelas y capacité docentes.

Durante 2004-2007 fui especialista en educación intercultural bilingüe en Chachapoyas.

Escribe: Susana Mendoza

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