La asociación civil Transparencia presentó un conjunto de diez pautas para el adecuado manejo de la clase política en las redes sociales, sobre todo en Twitter, a fin de promover el respeto entre líderes políticos y funcionarios públicos.

Imagen: internet
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1. El uso prioritario de las redes sociales debe ser la conversación y el diálogo.

Participar en redes sociales implica abrirse a un intercambio de ideas. Todo político y funcionario público debe estar dispuesto a escuchar lo que otros puedan decirle.

2. Las redes sociales constituyen un espacio público y permanente.

Todo lo que se afirma puede finalmente ser visto y registrado por todos y para siempre. Por tanto, no deberíamos afirmar ni hacer nada que no haríamos en una plaza pública, o que noquisiéramos que alguien en el futuro nos recuerde haber hecho.

3. La interacción en redes sociales no debe restringirse a la propaganda.

Los mensajes no deben ser solo unilaterales. El diálogo requiere de correos y respuestas. Las diversas instituciones políticas y sus dirigentes pueden requerir, en muchos casos, de precisiones técnicas complementarias para una comunicación fructífera.

4. El comportamiento en redes sociales debe guardar los códigos de conducta tradicionales de la política.

La conducta en redes sociales debe respetar los estándares exigibles a la función pública o a la dirigencia política. El derecho al honor, a la buena reputación y a la intimidad de las personas debe ser respetado.

5. Las redes sociales deben permitir a las autoridades auscultar la opinión pública.

Hay crisis sociales o políticas que surgen de no poder anticiparse a tendencias de opinión pública. Las redes sociales constituyen una herramienta valiosa para que los dirigentes puedan medir el impacto de sus opiniones y decisiones políticas.

6. Se puede establecer reglas en las redes sociales.

Como en cualquier espacio público, la participación en Internet podría incluso estar sujeta a reglas de lenguaje, contenido u horarios. Es posible establecer reglas básicas, comunicarlas y hacerlas cumplir en las diversas comunidades virtuales.

7. Es posible separar lo público de lo personal en las redes sociales.

Es posible conservar un espacio personal en Internet y crear cuentas que se destinen exclusivamente para dicho uso. De esta manera, se evita exponer una cuenta personal o usar cuentas públicas para asuntos privados.

8. Internet y las redes sociales deben aprovecharse como una oportunidad para fortalecer la democracia y no como una amenaza para su vigencia.

Las redes sociales empoderan, permiten crear corriente de opinión e influir. Un uso adecuado y ponderado de las mismas permitiría aprovechar de sus beneficios, evitando caer en su degradación.

9. Internet puede también ampliar el “ancho de banda” de la democracia.

Los avances tecnológicos permiten acercar a los funcionarios y representantes públicos con los ciudadanos, incluso con los más lejanos y menos favorecidos. Facilita el escucharlos más, el incluirlos y el rendirles cuenta.

10. En Internet todo resulta verificable.

En redes sociales, cuenta mucho ser transparente y consistente porque todo lo que se afirme o difunda en ellas, es fácilmente comprobable. Siempre habrá alguien revisando si lo que se dice es cierto. Por ello, se requiere pensar antes de actuar y reconocer siempre los errores.

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